El lipoláser es una técnica muy efectiva para combatir diferentes problemas dermoestéticos.

Principalmente, gracias al lipoláser, podemos ofrecer resultados muy satisfactorios en el tratamiento de los siguientes problemas: 

• Grasa localizada. Es decir, aquella grasa que se ha acumulado en determinadas partes del cuerpo y que no se consigue eliminar con dieta ni ejercicio. Se trata de zonas como el abdomben (michelín), las caderas (cartucheras), el pubis, alrededor de las axilas, la espalda ('rollito del sujetador'), la cara interna y superior de las rodillas, los gemelos, la cara interior de los muslos o el pliegue subglúteo. 
   
• Ginecomastia. Es decir, cuando en los hombres hay presencia de pechos. 
   
• Flacidez. Sobre todo, en la zona superior e interna de los brazos.
   
• Hiperhidrosis. O sudoración excesiva, que se produce como consecuencia de la hiperactividad de una glándula sudorípara llamada glándula ecrina.
   
• Papada y flacidez del cuello. Provocada por la relajación cutánea y muscular y la perdida de tensión y de volumen del tejido que sostiene la piel o por un exceso de grasa.
   
• Complemento a la liposucción. Para poder hacer retoques, tras someterse a una liposucción, si esta ha podido dejar irregularidades o asimetrías.