Los lunares pueden ser de diferentes tamaños, formas y colores, dependiendo de su localización y modo de aparición. No obstante, suelen ser rosados o marrones, planos o abultados y de forma ovalada. Pueden estar aislados o en grupos.
El principal peligro de los lunares es que pueden transformarse en melanoma, un tipo de cáncer de piel que puede tener serias consecuencias.
La revisión de lunares es fundamental. Si nunca te los ha visto un dermatólogo, deberías hacerlo. Si el dermatólogo te dice de revisártelos periódicamente, es muy importante que sigas su consejo.
La mayoría de los personas tienen lunares benignos en la piel e incluso en algunos casos en gran cantidad, pudiendo contarse más de 100 nevus. Estos lunares benignos usualmente se encuentran en cualquier zona corporal, incluso en el cuero cabelludo o los genitales. Aunque la mayoría de los lunares comunes pueden estar presentes desde el nacimiento, usualmente aparecen más tarde, en la niñez.
Los nevus displásicos o atípicos son aquellos que tienen una forma irregular, presentan más de un color y tienen un diámetro mayor a 6 mm (es decir, son más grandes que la goma de un lápiz). Son nevus que deben ser valorados y controlados por un dermatólogo, porque existe el riesgo de que se conviertan en lunares malignos o cancerígenos.
Aunque los lunares comunes no son cancerígenos, las personas que presentan más de 50 nevus tienen un mayor riesgo de padecer melanoma. El aumento del cáncer de piel en la población hace necesario la creación de equipos médicos expertos en la revisión de lunares (screening cutáneo) y el diagnóstico precoz de esta patología. Las personas con múltiples lunares deben hacer un control de lunares frecuente, con la periodicidad que dictará el dermatólogo.
La mayoría de nevus solo requieren revisiones dermatológicas periódicas. Sin embargo, hay ocasiones en las que se decide quitar lunares porque tienen un aspecto irregular, su localización implica un difícil control o por cuestiones estéticas.
Los dermatólogos son los médicos expertos en cirugía cutánea para quitar lunares o cualquier otra tumoración cutánea. Gracias a esta técnica quirúrgica, se elimina el lunar de forma adecuada, dejando la menor cicatriz posible.
El mapa de lunares o Body-Map Fotofinder utiliza la tecnología de la epiluminiscencia o dermatoscopia digital para realizar una exploración segura y eficaz de todos los lunares, manchas y tumores de la piel. La dermatoscopia permite diagnosticar lesiones en fases iniciales incluso antes de que la exploración visual normal pueda reconocerlas.
El láser CO2 micro-ablativo permite quitar lunares verrugosos dejando una mínima o nula cicatriz.
Aunque se trate de lesiones cutáneas inofensivas, algunas de ellas pueden causar molestias, por ejemplo, los moluscos contagiosos en niños, los lunares verrugosos o las verrugas plantares.
Tanto las manchas, los lunares, las verrugas o lesiones como la queratosis seborreica suelen provocar también una incomodidad estética.
El dermatólogo es el médico especialista para valorar cualquier cambio en la piel y para quitar verrugas, manchas, lunares y lesiones cutáneas con seguridad y eficacia.
La exposición solar provoca la aparición de manchas oscuras en la piel, de color marrón o negro. Se trata de lentigos solares o, como se conocen popularmente, manchas del sol. Estas tienden a aparecer a medida que se envejece.
El melasma es un tipo de mancha que puede ser de color marrón claro u oscuro y que aparece normalmente en la cara. Este tipo de manchas suele afectar a mujeres jóvenes y se relaciona su aparición con a exposición solar junto a factores hormonales. De ahí que suelan surgir en el embarazo, la lactancia o con el uso de anticonceptivos hormonales.
Los lunares verrugosos reciben este nombre porque se trata de un tipo de lunares en forma de verruga. Al principio, estos lunares son como una peca, lisos y de color marrón o negro. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos se vuelven abultados. Aunque no representen un problema de salud, suelen causar una importante incomodidad estética, además de poder molestar con el roce de la ropa.
Las verrugas en las manos es una de las localizaciones más habituales. Aunque suelen ser inofensivas, las verrugas pueden ocasionar molestias, además de una incomodidad estética. Quitar las verrugas de las manos es la también la manera de prevenir la propagación de las lesiones a otras partes del cuerpo o a otras personas.
Las verrugas en el cuello suelen ser fibromas blandos o acrocordones que aparecen por predisposición genética, cambios hormonales o sobrepeso, entre otras causas. También se ha asociado la aparición de verrugas en el cuello con la diabetes mal controlada. Estas lesiones no suelen causar síntomas, pero al estar en una zona de roce, pueden inflamarse y molestar.
Las verrugas en los pies suelen aparecer en la planta (verrugas plantares) o en los dedos. A veces, cuando existe una verruga en el talón del pie u otras zonas de apoyo, estas pueden crecer hacia dentro, debajo de un callo. Las verrugas en los pies pueden provocar dolor y sensibilidad al caminar o estar de pie. Eliminar las verrugas de los pies acaba con estas molestias.
La queratosis seborreica generalmente aparece como un bulto marrón o negro en el pecho, los hombros o la espalda. De ahí que muchas veces se describan como ‘verrugas en el cuerpo’ o ‘verrugas corporales’. También pueden aparecer en el rostro. Su apariencia puede ser similar a algunas lesiones del cáncer de piel, por lo que siempre deben ser valoradas por un dermatólogo. Aunque no suele causar dolor, generalmente se decide eliminar la queratosis seborreica porque molesta o se irrita con el roce de la ropa, así como por razones estéticas.
La piel puede presentar diferentes tipos de quistes. Desde quistes de mayor tamaño (quistes epidermoides y quistes sebáceos o pilosos), hasta pequeños quistes (quistes de milia o millium). Los quistes cutáneos grandes no suelen ser dolorosos, a no ser que estallen bajo la piel, se inflamen o se infecten. Aun así, es conveniente eliminar los quistes. Quitar los quistes de millium responde habitualmente a una cuestión estética, aunque también pueden causar molestias.
El molusco contagioso en niños es una infección muy común que se caracteriza por la aparición de unos pequeños bultos en la piel, muy parecidos a las verrugas. Por lo general, no causan dolor, pero pueden picar, enrojecerse e inflamarse. Tal y como su nombre indica, son muy contagiosos y de fácil autoinoculación. El tratamiento para los moluscos contagioso en niños tiene como objetivo acabar con las molestias que puede provocar, así como prevenir la propagación de las lesiones a otras partes del cuerpo u a otras personas.
El mapa de lunares o Body-Map Fotofinder utiliza la tecnología de la epiluminiscencia o dermatoscopia digital para realizar una exploración segura y eficaz de todos los lunares, manchas y tumores de la piel. La dermatoscopia permite diagnosticar lesiones en fases iniciales incluso antes de que la exploración visual normal pueda reconocerlas.
El láser Affinity QS es un potente láser muy eficaz en el tratamiento lesiones pigmentadas como lunares y la eliminación de tatuajes.
El acné se caracteriza por la presencia de espinillas y granos rojos en el rostro, aunque también pueden aparecer en otras partes del cuerpo como el pecho o la espalda. La rosácea es similar al acné, pero existe un trastorno vascular linfático asociado. Otras dermatitis faciales cursan con descamación y picor.
El dermatólogo es el médico especialista en el diagnóstico y el tratamiento del acné, la rosácea y las dermatitis faciales. Es importante acudir al dermatólogo ante la aparición de las primeras lesiones para poder prevenir complicaciones y la formación de cicatrices de acné u otras marcas permanentes.
El acné juvenil, tanto en chicos como en chicas, es el más habitual y persistente, además de que suele ser el más severo. Aparece entre los 12 y los 20 años de edad y afecta, sobre todo, a la zona T de la cara (frente, nariz y mentón), pero también puede aparecer en pecho, hombros y espalda. Tiene mucha repercusión en la autoestima de los adolescentes. Incluso un acné leve puede dejar cicatrices de acné permanentes.
El acné adulto puede aparecer una vez superados los veinte años de edad y prolongarse hasta los 35 o los 40. En la edad adulta, sin embargo, se trata de una patología mayoritariamente femenina.
La rosácea o el acné rosácea es una afección de la piel que causa enrojecimiento y la aparición de granitos rojos y con pus.
La dermatitis seborreica, la dermatitis alérgica y la dermatitis atópica, así como la piel sensible, son causa de consulta al dermatólogo por la sintomatología que producen y por la afectación social asociada.
Las marcas de acné son la principal secuela de esta afección cutánea. Estas cicatrices pueden ser profundas y muy visibles, por lo que suelen causar una gran preocupación estética. Cómo eliminar las marcas del acné es una inquietud frecuente, así como quitar cicatrices que afecten al rostro.