Mitigar los efectos del paso del tiempo

Mitigar los efectos del paso del tiempo

A medida que vamos cumpliendo años, el envejecimiento se va manifestando cada vez más en nuestra piel.

El rejuvenecimiento facial engloba diferentes tratamientos y técnicas que permiten mitigar los diferentes signos del envejecimiento. Sus principales objetivos son: 
 

1. Actuar sobre la pérdida de luminosidad y la textura uniforme de la piel.

La superficie de la piel con los años está más seca, tiene una textura y un aspecto menos uniforme, está más rugosa y tirante y toma una tonalidad más apagada y sin brillo. También se obturan los poros, por la acumulación de células viejas y muertas en la superficie.
 

2. Actuar sobre las arrugas, los pliegues marcados y las líneas de expresión.

Cuando la piel envejece, la piel pierde progresivamente la red de colágeno y del panículo adiposo que trama su sostén. También las fibras elásticas se distienden y pierden las propiedades de elasticidad que caracterizan la piel. Esto desencadena las arrugas.
 

3. Actuar sobre la pérdida de volumen y la flacidez facial y corporal.

El paso del tiempo comporta la relajación cutánea y muscular y la perdida de tensión y de volumen del tejido que sostiene la piel. Debido a la distensión, pesadez y atrofia, los pliegues cutáneos normales se hacen más profundos y más marcados. Esto se traduce principalmente, en la perdida de definición de la redondez u óvalo de la cara. También hay una caída de los párpados, pueden aparecer bolsas y los labios perder definición. 
 

4. Actuar sobre la coloración dispar con aparición de manchas y/o capilares.

Los años también se muestran con la aparición de manchas, principalmente, en la cara, escote, espalda y manos, aunque también en brazos y piernas. Las manchas se deben al efecto acumulativo de los rayos ultravioletas del sol que alteran los ritmos de producción de melanina de los melanocitos. Los capilares, con el paso del tiempo, pueden hacerse más visibles a través de la piel al volverse esta más fina. 
 

5. Actuar sobre el daño solar acumulado y sobre una posible zona o campo de cancerización.

Tras años de exposición solar, la piel suele mostrar las consecuencias de forma visible. Si se han producido quemaduras solares sucesivas o un moreno mantenido, se agota la capacidad de reparación de la piel. Y cuando esto ocurre, empiezan a aparecer los signos del daño acumulado, incluso un envejecimiento prematuro, ya que la piel tiene memoria.
 

6. Actuar sobre los otros problemas asociados al paso de los años.

Como puede ser la pérdida de pelo, la aparición de pelo no deseado en determinadas zonas o la celulitis. 

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