
Afecta con mayor frecuencia a la cara y el cuello y es consecuencia de la exposición solar y de la predisposición genética. No obstante, la aparición de estas manchas marrones se relaciona con la alta presencia de estrógenos en el organismo que se da en el embarazo y con el uso de anticonceptivos orales o tal vez, con ciertos medicamentos, aunque también pueden aparecer de forma espontánea sin causa aparente. A su vez, algunos métodos de depilación o decoloración del vello facial pueden ser demasiados agresivos y provocar melasma.
El cloasma o melasma supone generalmente un problema estético al poder afectar zonas extensas del rostro y áreas comprometidas como el labio superior.
Eliminar por completo el melasma es difícil, pero todo depende de qué tipo se trate: epidérmico, dérmico y de tipo mixto. El dermatólogo es el profesional que debe examinar las manchas, confirmar el diagnóstico y proponer el tratamiento más adecuado.