
El sol, principal causa del cáncer de piel
Cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de nuevos casos de cáncer de piel no melanoma y 200.000 melanomas malignos, y muchos de estos casos parece claro que están provocados por el sol.
Asimismo, la incidencia mundial del cáncer de piel está en aumento, estrechamente vinculada a una mayor frecuencia de la exposición al sol en actividades recreativas y a la insolación acumulada a lo largo del tiempo.
El efecto cancerígeno de los rayos ultravioletas está ligado a su longitud de onda. Son sobre todo el espectro ultravioleta B y C de la radiación solar, el que posee la mayor potencia de inducción de cáncer de piel, ya que induce daño estructural en el ADN celular y da lugar a mutaciones. Se ha calculado que una disminución del 10% de la capa de ozono estratosférico podría ocasionar un aumento de 300.000 cánceres cutáneos a nivel mundial. Así mismo, una reducción de un 1% en la capa de ozono, la radiación UVB/UVC aumenta en un 2% y el cáncer de piel en un 2 a 6%. Pero los efectos negativos de la radiación UVA tampoco deben despreciarse.
Los rayos ultravioletas tienen un efecto cancerígeno directo, influyendo claramente en el desarrollo de diversos tipos de lesiones: precáncer cutáneo, carcinomas y melanoma.