
Se trata de una patología que se da de forma localizada en aquellas partes del cuerpo donde las glándulas sebáceas son más activas, como en la cara, el cuero cabelludo, el interior del oído o los pliegues cutáneos.
Se desconoce la causa exacta que provoca la dermatitis seborreica, aunque parece ser hereditaria y se relaciona con desequilibrios hormonales, un sistema inmunológico deprimido, falta de ciertos nutrientes y alteraciones del sistema nervioso.
La dermatosis seborreica suele afectar a los lactantes, la llamada 'costra láctea', a los adolescentes y a las personas de entre 20 y 50 años. A pesar de que puede afectar a ambos sexos, es más común en hombres.
Los síntomas pueden ser, además de la aparición de las mencionadas placas, enrojecimiento de la piel, picor o pérdida del cabello, entre otros.
Se trata de una patología crónica, recurrente y que se agrava durante los meses de frío y con el cansancio y el estrés.
No obstante, puede controlarse de forma efectiva con el tratamiento dermatológico adecuado.