Fotoprotectores orales

Fotoprotectores orales

La mayor parte de los fotoprotectores están diseñados para ser aplicados a nivel tópico.

Aunque se ha demostrado su gran eficacia, también tienen ciertas limitaciones en la práctica que hacen que su función protectora se vea comprometida:

  • La cantidad de fotoprotector aplicada es inferior a la cantidad recomendada (a menudo entre el 25 y el 50%).
     
  • La aplicación no es uniforme ni homogénea, quedando zonas de la piel desprotegidas.
     
  • La primera aplicación en varias ocasiones se hace mucho tiempo después de exponerse al sol y no antes como está recomendado.
     
  • No siempre se hacen reaplicaciones.
     

Además, hay grupos de población de alto riesgo como son los sometidos a exposición solar continuada, personas de piel clara, fotosensibilidad, personas con tratamientos inmunosupresores, antecedentes de cáncer de piel, entre otros. 

De todo ello se deriva la importancia de la fotoprotección oral como complemento de la fotoprotección tópica.

Hay una nueva generación de sustancias naturales, procedentes de plantas, que administradas por vía oral, tienen importantes propiedades beneficiosas, la mayoría antioxidantes y también estimuladoras de los mecanismos de reparación de la piel, como es la síntesis de colágeno y la reparación del ADN celular.

El objetivo de los fotoprotectores orales es, por tanto, tratar de elevar la capacidad antioxidante cutánea para ofrecer una respuesta más eficaz al daño oxidativo causado por una exposición solar excesiva. Con un doble efecto, preventivo y reparador.

Pero no olvidemos que la fotoprotección oral es un complemento a la fotoprotección tópica para cubrir sus limitaciones, nunca puede sustituirla. 

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